Los adultos mayores que mantienen un círculo social activo (familiares y amigos) tienden a ser más saludables físicamente y gozan de mayor estabilidad emocional.
Cuando los adultos mayores tienen a quién confiar sus sentimientos, pensamientos y que además conversan con sus amigos y familiares acerca de sus preocupaciones, manejan de una forma más positiva los cambios que se presentan con el envejecimiento, repercutiendo en una mejor calidad de vida.
En estos momentos de distanciamiento social la familia es aún la fuente primaria de apoyo emocional.
Nosotros lo vemos en sus ojos, en cada llamado, en cada video.
