Yoga
Todos conocemos, practiquemos o no los beneficios de la práctica del yoga.
En el adulto mayor es una actividad que puede mejorar la movilidad física pero también tiene grandes beneficios en lo psicológico y emocional.
Mejora la memoria. Minimiza los problemas cognitivos y emocionales que a menudo preceden al Alzheimer y otras formas de demencia.
*Estado de ánimo. Debido al aumento de serotonina en la práctica produce mejoras significativas en pacientes con depresión y ansiedad influyendo positivamente en el humor de quien lo practica.
*Estrés. La práctica del yoga reduce los niveles de cortisol, la hormona encargada de regular las situaciones estresantes. Realizar esta disciplina ayuda a bajar los niveles de esta hormona y, por lo tanto, reducir el estrés.
*Sueño. Una de las funciones de la serotonina es la de aumentar la producción de melatonina, hormona encargada de regular los ciclos del sueño. La práctica del yoga aumenta los niveles de serotonina por lo que ayuda a dormir mejor.
*Concentración y relajación. La práctica del yoga requiere concentración, es una actividad en la que cuerpo y mente están en armonía produciendo un estado de relajación intensa.
* Emocional. Reduce el sentimiento soledad. La práctica los ayuda a relacionarse con otras personas.
*Mejora las relaciones sociales. El yoga y la meditación ayudan a mantener la mente feliz y relajada ayudando a afrontar de manera sensible nuestras relaciones diarias con la familia, amigos o seres queridos.
Por todas estas razones en la residencia, el yoga forma parte de una de las actividades fundamentales para la estimulación del adulto mayor.
Recientemente volvimos a estas prácticas cuidando todos los protocolos. Lo hicimos por zoom y con supervisión de profesionales de salud.